Opinión

Realidad de la política energética nacional: 7 años de verso

Verso, bulo, relato, en la jerga rioplatense: cuento, patraña, mentira, falsedad, bola, trola, embuste, paparrucha, engaño, falacia, farsa, cuento, espurio, apócrifo, cuento chino. Es una información falsa, creada a propósito y de tal manera que sea percibida como verdadera, a fin de ser divulgada masivamente a través de medios de comunicación escritos, audiovisuales y digitales.

Ing. Guillermo López Flores

En octubre de 2016 mediante el Decreto 6092/2016 se aprueba la Política Energética del Paraguay para los próximos 25 años (2015-2040). Dicho Decreto N° 6092 designaba como coordinador al Secretario General/Jefe del Gabinete Civil del PE y como Secretario Ejecutivo al VMME (Viceministerio de Minas y Energía).

El VMME desde los últimos 30 años debe albergar más de 10 planes energéticos. La Política Energética 2040 actual ¿vigente? Se puede asimilar a una hermosa partitura musical, pero para que se produzca la música se necesitan los diversos instrumentos musicales, los músicos, el escenario, pero sobre todo se necesita el conductor, ordenador, coordinador, el director de orquesta. Y este es el Ministerio de Energía.

¿Cuál fue el resultado hasta ahora? ¿Cuándo y cuánto se aplicó del ambicioso plan energético? Veamos lo que establece el plan energético 2020-40.
“Para organizar mejor los planes de acción propuestos, se definen tres ejes estratégicos conformados por sus respectivas líneas estratégicas, instrumentos y metas para el corto (2017-2023), mediano (2024-2030) y largo plazo (2031-2040).

Entre las líneas estratégicas, instrumentos y metas de gran relevancia que detalla en su Anexo el Decreto 6092/16 —en especial lo relacionado al ámbito regulatorio, institucional y financiero— se pueden citar de manera destacada las siguientes:
En cuanto al sector energético nacional: La creación de un Ministerio de Hidrocarburos y Energía, la creación del Sistema Nacional de Energía (SISNAE) por medio de la promulgación de una Ley de creación y su reglamentación correspondiente, un plan de fortalecimiento para el Consejo Nacional de Empresas Públicas (CONAPE) y una Ley de competitividad de empresas públicas del sector energético, contratos de gestión de la ANDE con el CONAPE, contratos de gestión de PETROPARcon el CONAPE, garantizar el financiamiento público y privado para las inversiones de mantenimiento, modernización, expansión de infraestructura y desarrollo tecnológico, el marco jurídico para la salvaguarda ambiental (con énfasis en temas energéticos).

En cuanto a los entes binacionales hidroeléctricos: La creación de un Banco Nacional de Infraestructura para el Desarrollo Económico y Social (BNIDES), que será —según las líneas estratégicas del plan de financiamiento— una institución que canalice los recursos originados en el sector para el desarrollo de infraestructura en el país para apoyar el desarrollo económico, la aprobación de una Ley sobre uso de recursos financieros adicionales del sector energético, una estrategia para la renegociación del Anexo C de la EBY, un plan estratégico para la comercialización de la energía paraguaya del complejo hidroeléctrico Paraná (Paraguay/Argentina; EBY y CHB futuras) e Itaipú Binacional, la revisión del acuerdo tripartito de 1979.

En cuanto al subsector eléctrico: Un plan nacional de comercialización interna de energía eléctrica 2017-2023, un plan nacional de subastas para contrataciones de energía eléctrica, la promoción de la electricidad en la matriz energética, un programa de movilidad eléctrica en el sector público.

En materia de bioenergía y fuentes alternativas: el fortalecimiento del INFONA, la creación de fondos nacionales para el desarrollo de la energía renovable, la aprobación de una Ley de generación independiente de energía eléctrica, la elaboración de reglamentos para transporte de energía eléctrica, la generación distribuida y transacciones de energía con productores independientes, la promoción de las fuentes alternativas de energía.

En materia de hidrocarburos: regular la formación de precios y reglamentar los precios de los combustibles, incentivar la participación de PETROPAR en el ámbito nacional e internacional en todas las actividades de la cadena de valor de hidrocarburos, un nuevo marco legal de hidrocarburos, un plan estratégico de PETROPAR (2016-2023), una estrategia para la asociación de PETROPAR con empresas, una estrategia de captación de recursos financieros para PETROPAR, el inicio de la construcción de una planta de refinación.

En noviembre de 2021 fue presentado el documento “Evaluación y Planificación del Sector Energético de Paraguay” elaborado por el equipo del destacado economista y catedrático Jeffrey Sachs, de Columbia University, bajo la coordinación del Ministerio de Hacienda y financiado por el CAF (Banco de Desarrollo de América Latina). El documento contiene una serie de recomendaciones que localmente veníamos reclamando desde 1995 al menos. Pero tampoco ninguna de las recomendaciones se ha implementado.

Fragilidad del suministro
El Py depende totalmente del río Paraná para su abastecimiento eléctrico. En el año 2022, por la crisis hídrica, se pudo cruzar a pie el poderoso río Paraná. No tenemos un (1) kw de generación térmica de respaldo. La línea de corriente continua de 600 kV Foz de Yguazú-San Pablo (Ibiura), no es reversible, por lo que el Brasil a pesar de tener reserva de generación térmica más que suficiente no nos puede auxiliar. Argentina no tendría suficiente reserva de generación para un auxilio masivo al Paraguay.

El sector electroenergético paraguayo tiene en la CH Itaipú la gallina de los huevos de oro, que directa e indirectamente ha aportado considerables recursos a la ANDE. Y la CH Yacyretá, a pesar de su insoluble melodrama, algo aporta en concepto de cesión de energía, algo contribuye en el suministro a pesar de tener una tarifa baja, aunque provisoria.

¿Cómo llegamos a esta situación?
Actualmente la ANDE se encuentra en una situación financieramente agobiante tanto para el pago a sus proveedores de energía como a los contratistas, y no puede cumplir con las obras necesarias para la expansión del sistema. Y el futuro no es muy alentador: las tarifas políticas son insuficientes, el aporte de fondos soberanos del Estado llegó al límite y de los bancos multilaterales son limitados. La tarifa política, la alta morosidad del sector privado y público, la no devolución del Fisco del importe de subsidio tarifario, la elevada pérdida eléctrica que cuadruplica la media de países del OCDE, etc, no tienen visos de solución.

Nuestras autoridades y dirigentes políticos no tienen la menor noción que estos problemas tienen como causa o raíz el manejo desprolijo, sin plan estratégico y gestión ineficiente y anticuada debido a un modelo de organización que fue muy bueno y exitoso pero hoy es simplemente inapropiado, arcaico, para estos tiempos. Los cambios cosméticos y paquete de leyes descoordinadas que se dictan (como la Ley 3009) no tienen eficacia ni impacto.

Las grandes reformas del sector eléctrico y de las empresas públicas en los países del MERCOSUR, la región y el mundo obedecieron fundamentalmente a problemas en la financiación, a la interferencia y tarifas políticas. Era imprescindible recurrir al sector privado e introducir la competencia donde sea posible y asi se hizo en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay.

Pero el éxito de la participación privada requiere de la existencia de instituciones rectoras sólidas, creíbles, competentes y un ambiente de seguridad jurídica, cosas que no tenemos. Nuestras autoridades ni siquiera hablan de ello.